Si crees que tu vida es una mierda, ven conmigo.

Te voy a llevar a un sitio donde tu vida te va a parecer la más maravillosa de todas. 

Un lugar donde están hombres y mujeres que fueron de paseo al lado salvaje de la vida y allí se quedaron. Donde otros están intentando volver. Y donde otros ya han vuelto pero andan con miedo a recaídas y al mundo exterior.

Un lugar de pasillos fríos (sobre todo en invierno) e infinitos, donde parece que el tiempo se ha detenido y la aspiración de la chica rubia es ir a un concurso de televisión para ganar dinero. 

Donde el hoy encargado de mantenimiento se siente afortunado porque cuando  tenga el alta terapéutica ya no vuelve a la cárcel y se va a su pueblo donde le espera un trabajo seguro. 

Y dónde él quiere ir al bautizo de su nieta pero anda con un boli pegado al cuerpo para usarlo como punzón en caso de que se sienta amenazado. Son éstas últimas las secuelas de haber pasado más de 30 años en la cárcel.

Uno de los patios en Betania.

En las afueras de Albacete está el Proyecto Renacimiento, gestionado por la Asociación Sagrada Familia. Humanismo en estado puro. Ayudar a la gente porque son personas, porque todos tenemos derecho a una segunda oportunidad en la vida y porque "no es esto lo peor que nos vamos a encontrar".

"Don Alejandro" teme todo lo que está por venir, esos adolescentes que ahora se pasan cada fin de semana por seguir el rollo con sus amigos, por ser "más molones que nadie", "más maduros que nadie", ...

A cada raya metida, a cada centilitro de alcohol ingerido, un cerebro más atrofiado, más destrozado... pero "eso a mí no me va a pasar"...

Este lugar es la Comunidad Betania. La Asociación Sagrada Familia de Albacete. Las puertas abiertas para todo aquel que quiera ayudar, colaborar o simplemente conocer la labor que allí se hace.

Un lugar en  donde hasta las máquinas de proyección de los cines Cervantes y Carlos III, cerrados hace años, han encontrado una segunda oportunidad.